Atrás hemos dejado el molino y huertas del tío Sastre, continuemos por la senda que discurre paralela al Linares.
3º.- Molino de la "Santos".
Cerca de la villa, a la derecha del camino y a la izquierda del cauce del Linares, encontramos el molino y los huertos de la "Santos". Es llamado también el de los hermanos o "Los Huérfanos", por ser su titular Cristóbal Calvo, y los hermanos: Teógenes (dueño del molino de El Collado), Vitoriano y Felisa huérfanos de padre y madre.
Conocido con este nombre por ser el de la última molinera, María Santos Rodrigo. Era la esposa de Cristóbal Calvo Izquierdo el que anteriormente allí hacía la molienda, a los que se acercaban al molino y de los granos que con su recua recogía en los pueblos.
Era marzo de 1958, la “exclusiva” regresaba de Soria con destino a Calahorra. En el puerto de Oncala, nieve, hielo y una avería del motor; el autocar con viajeros sufre un accidente y vuelca. Cristóbal Calvo, era uno de sus ocupantes, molinero de profesión que a San Pedro Manrique regresaba. Allí, cerca de la Caseta del Puerto, encontró la muerte. Nieve blanca, negra nieve.
Un mes antes, en febrero, en una página del periódico Pueblo, una foto y a pie un texto: En Oncala solo hay dos mozos y un par de viejos. Y Cristóbal Calvo, el molinero, que, a lomos de “Moro” y “Alegre”, reparte las sacas de harina.
A mediados de la década de los setenta, una venta y Pablo Espuelas del Rincón es su nuevo propietario. Hoy edificio conservado y huertas trabajadas esperando sus frutos. Esfuerzo e ilusión y alrededor de la mesa, con muela francesa reutilizada, el ciclo de la vida continua.
4º.- Molino del tío "Sastre de Abajo",
Molino y huerta se encuentran a unos pocos metros del anterior, es el segundo molino de los Sastre. Nombrado también como del Perul, nombre del paraje y de uno de los despoblados de San Pedro Manrique.
Una cartelera hoy casi indescifrable, pintada a finales del XIX en mayúsculas y con falta de ortografía, nos habla de su propietario: “MOLINO DE LUCIO CALVO HE HIJOS”.
A su huerta la muerte un día llamó, interés con anterioridad expresado y sobre el negro familiar de la vida, el deseo se cumplió. De Calahorra son sus actuales propietarios, apellidos nuevos mantienen este edificio centenario.
5º.- Molino del "tío Juan".
El Linares hace una curva de ballesta y continúa dirección a la mar. Nosotros también avanzamos, seguimos el camino y en la margen izquierda del río vemos un nuevo molino. Descendemos por una senda hasta llegar a la balsa hoy vacía, en cuya pared vemos una inscripción "AÑO 1945". Es conocido como molino del tío Juan (Juan Garrido Pastor).
Una compra, una familia con un objetivo, su rehabilitación. Molino, edificios anexos y huertas, mucho esfuerzo durante un tiempo. Hoy una obra inacabada, en espera de una posible venta.
Es sin duda uno de los molinos con más posibilidades de actuación, aún se está a tiempo para que no desaparezca el rico patrimonio hidráulico.
Si se adquiriera para utilidad pública aunque sólo fuera un molino. Si se empleasen recursos municipales o mancomunales para su rehabilitación. Si se cofinanciara un proyecto como un Programa Mixto de Formación y Empleo. Si se limpiara el exterior, acequia , balsa y huertos. Si se actuara en el edificio y sus instalaciones. Si se pusiera en funcionamiento de forma ocasional. Si se hiciera un centro de interpretación de los molinos harineros del Linares. Se recuperaría patrimonio etnográfico con un gran valor simbólico y ya tendríamos un atractivo más para el desarrollo de la zona.
Titulares de prensa, bonitas palabras largo tiempo escuchadas. Sinergia, revitalizar, dinamizar, fondos contra la despoblación, poner en valor el patrimonio histórico y cultural, turismo generador de empleo y actividad económica, … Por desgracia, sólo palabras que se lleva el viento.
6º.- Molino del "tío Paco".
Continuamos la ruta de los pueblos abandonados, desde el camino vemos un nuevo molino en la margen derecha del río, es el molino del tío Paco.
Construido bajo una gran peña que le da cobijo estuvo en funcionamiento hasta finales de los cincuenta, es conocido también como el Molino de la Peña.
Dejamos el camino y por un sendero descendemos hacia el río, cruzamos un moderno puente de cemento y avanzamos unos metros hasta llegar a una pared de piedra. Accedemos a un pequeño corral empedrado donde se encuentra la puerta para entrar al interior del molino. Un cartel en la madera, un ruego y un deseo en mayúsculas: "PROPIEDAD PRIVADA. POR FAVOR NO ENTRAR. NO HAY NADA DE VALOR. GRACIAS".
Conservado por Javier y Consuelo con esfuerzo, tesón y amor; pese a desaprensivos insensibles, amantes de lo ajeno.
Construcción de tres alturas, fue vivienda para la familia y lugar donde se realizaba la molienda. Vemos otros edificios menores anexos a él, necesarios para la vida diaria, y que en la actualidad se encuentran en ruinas.
Es en mi opinión el otro molino del Linares que tiene más posibilidades de actuación. Salud le deseo para continuar erguido bajo la roca y que pueda seguir escuchando el sonido del agua al pasar.
7º.- Molino del "tío Mateo",
Seguimos el camino entre rocas, impresionante paisaje, horizonte despejado y chopos en la rivera del desfiladero”. Abandonamos nuestro camino y tomamos el que nos conduciría a Ácrijos y Cornago, antiguamente transitado por personas y caballerías en viajes de ida y vuelta. Ruinas de la fábrica de batanar y paños, impulsada por las aguas del río Linares, de Cenón Alfaro. Cruzamos el viejo puente de piedra sobre el Linares. Huertas a ambos lados del camino, ya vemos la balsa y el molino del señor Mateo. Estamos en el paraje llamado “Puente de Cornago”, a dos kilómetros y medio del pueblo de San Pedro Manrique.
Al río ya no llega la sangre, no se tiñen de rojo sus aguas. La flora acuática y fauna se van recuperando, tal vez vuelvan peces y cangrejos, ahora alguna nutria y castores invasores. Cuidemos, respetemos, no demos la espalda a nuestro río.
En julio de 1880 don Norberto Garrido Rodríguez, vecino de San Pedro Manrique, presenta instancia con los proyectos necesarios solicitando poder construir el molino. Llega septiembre de ese mismo año, el Gobernador interino, Aurelio Cabeza, acuerda conceder la autorización solicitada, para utilizar aguas del río Linares como fuerza motriz, de un molino harinero que intenta construir en terreno de su propiedad. Grabado en una piedra de la puerta de acceso aparece una fecha: “AÑO 1881”, es el año de su construcción.
El último en moler en este molino fue Mateo Garrido, apellido de molineros que continúan con el oficio en el pueblo de San Pedro Manrique.
Ilusión en el comienzo del siglo XXI, juventud y un compromiso con el patrimonio. Ana, Víctor y Juan, una compra y un objetivo: su reconstrucción. Tiempo, largo tiempo de esfuerzo; arena, tejas, maderas, tablas, etc., acarreadas por la senda de herradura, pero sin duda buenos tiempos. Juan Catalina continuó como dueño único, él y los suyos más esfuerzo, más ilusión en el tiempo y una restauración casi completada. Una experiencia personal enriquecedora, reconstrucción material que ayuda a construir la propia vida.
El año 2010 llegó y Jean Paul H. “el belga” compró el molino, allí continúa con su vida y su arca de Noé. Un hombre de mundo, en la soledad y la belleza del enclave, mantenimiento, recuperación e ilusión.
8º.- Molino "La Central".
Avanzamos por la senda, que entre pinos de repoblación, nos conduce hasta el término de Vea. A mano izquierda nos encontramos con un edificio hoy en ruinas, fue construido por Rafael Aragón Vigas y es conocido como el “Molino de la Central”. En sus inicios molino harinero, pero a partir del año 1911 también pequeña central eléctrica.
En el año 1.883 don Rafael Aragón y Vigas, vecino de San Pedro Manrique, presenta en el Gobierno civil de Soria una instancia solicitando autorización para construir un molino harinero en dicho término al sitio denominado los Carrascales. Utilizando al efecto como fuerza motriz las aguas ordinarias del rio Linares y las que se puedan aprovechar del barranco de San Fructuoso, en época de sequía.
Con el molino construido, en septiembre y octubre de 1888, se publican anuncios arrendando dicho molino. "El que quiera tomar en arriendo de un molino harinero en el rio Linares, término jurisdiccional de San Pedro Manrique, puede pasar a tratar con su dueño Rafael Aragón, vecino de dicha villa".
Una nueva necesidad, el alumbrado público, nace en la primera década del siglo XX. Así, el diez de agosto de 1904 tendrá lugar en la sala Consistorial de la villa de san Pedro Manrique la subasta para el suministro de alumbrado eléctrico, consistente en dos focos de 20 bujías y cinco de cinco que estarán encendidas durante todas las horas de la noche en todo tiempo. El tipo de subasta son 650 pesetas anuales y el servicio será adjudicado al licitador que en igualdad de condiciones dé el precio menor. La subasta se realizará bajo pliego cerrado.
Ante esta necesidad, alumbrado público y luego de hogares, dos de los molinos existentes realizan las obras necesarias para compatibilizar la molienda y la producción de energía ecléctica, son el Molino de la Central y el de la Media Legua, en el término de Vea.
En el mismo edificio del molino del Sr. Aragón, en un nivel inferior se realizan obras de acondicionamiento y se instala la maquinaria necesaria, para que con la misma agua, que mueve el harinero, se pueda generar energía eléctrica. Una turbina hidráulica alimenta, mediante ruedas y correas de cuero, un generador para producirla y mediante cables de cobre, a través del tendido aéreo la transportaba a San Pedro Manrique. Es el 5 de julio de 1911 cuando se inauguró el alumbrado público eléctrico de la villa, que la casa Forns y hermanos de Zaragoza, instaló por cuenta del propietario y farmacéutico D. Leandro Aragón Luis.
En ese momento van bastantes avanzados los trabajos de la "Sociedad eléctrica de la media legua" que muy en breve quiere dar luz a sus abonados, pues la casa del Sr. Banrdes de Tolosa tiene deseo de hacer una gran instalación eléctrica. De este Molino de la "Media Legua" hablaremos en la próxima entrada de este blog.
En 1933 se publica un anuncio en el periódico el Avisador numantino. Central Eléctrica. Se vende la única existente en San Pedro Manrique, con buen salto de agua, turbina y alternador “Siemens” en buen estado, y motor “Ruston” 27 H. P. nuevo. Para tratar y ver dirigirse a Julián San Miguel Barrero, en dicha villa. Así mismo en Junio de 1934 se aprueba por el Gobernador civil el expediente incoado por D. Julián San Miguel Barranco, como administrador de la Electra Sampedrana domiciliada en San Pedro Manrique, solicitando la aprobación de tarifas que viene aplicando a sus abonados de fluido eléctrico en la población de San Pedro Manrique de esta provincia.
El molino harinero y la central eléctrica arruinados y el aprovechamiento de aguas extinguido. “Por acuerdo del Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro de fecha 11 de diciembre de 2009, se ha iniciado de oficio expediente de extinción del derecho, por interrupción permanente de la explotación durante más de tres años continuados, del aprovechamiento de aguas otorgado por Real Orden de 22 de marzo de 1912, a favor de Leandro Aragón derivadas del río Linares, en el término municipal de San Pedro Manrique (Soria) con destino a fuerza motriz, inscrito con el N.º 26792 del libro de Aprovechamientos, …" (B.O.P. Soria 28 de mayo de 2010).
Quiero terminar la entrada con un homenaje, son unos nombres en el recuerdo, la relación de saltos de agua radicantes en San Pedro Manrique en el año 1939.
Hs. Gabino Hernández. Linares y barranco de San Frutos. Salto 10 metros.
Juan Garrido Pastor. Salto: 6 metros.
Matías Izquierdo. Salto: 3 metros.
Julián San Miguel Barrero. Salto: 10 metros.
Francisco Marín Jiménez. Salto: 3,90 metros.
Faustino Aragón Bachiller. Salto: 10 metros.
Luis Sáenz. Salto: 3,50 metros.
Narciso Calvo. Salto: 3 metros.
Mateo Garrido. Salto: 4 metros.
En una próxima entrada hablaré de los molinos en ruinas existentes en los términos de Vea y Villarijo.
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